En una Tierra desierta donde la atmósfera ya no protege de los rayos del sol, una empresa domina la vida de todos los supervivientes porque es la única que aún puede producir los alimentos indispensables para la vida. Sin embargo, un grupo de rebeldes está convencido de que ha llegado el momento de poner fin al dominio absoluto de esta empresa. El espíritu orwelliano de "1984" se encuentra en un contexto en el que la ecología ya no es una cuestión de debate político, sino un motivo de lucha armada en una sociedad violenta en la que el secretismo es un medio de opresión.